Cuando se diagnostica, los pacientes generalmente se someten a una variedad de pruebas y procedimientos, que incluyen un examen físico, análisis de sangre, radiografías de tórax, tomografías computarizadas y otras pruebas de laboratorio. También pueden optar por participar en un ensayo clínico, que consiste en probar diferentes tratamientos para encontrar el mejor para su cáncer. Estos ensayos se basan en las últimas investigaciones y tienen como objetivo desarrollar nuevas opciones de tratamiento para pacientes con cáncer de pulmón. Están en curso en la mayoría de los países, incluido Estados Unidos.
La radioterapia para el cáncer de pulmón es la forma de tratamiento más común. Funciona apuntando un haz de rayos X o protones al tumor y, por lo general, se administra en varias sesiones durante seis o siete semanas. Otro tipo de radioterapia utiliza una imagen tridimensional del tumor y cambia su forma para que coincida, lo que ayuda a minimizar la exposición a la radiación del tejido pulmonar normal cercano. El cáncer de pulmón puede ser difícil de diagnosticar y tratar, pero se puede tratar con éxito si se detecta a tiempo.
Si bien el cáncer de pulmón es incurable, si se detecta a tiempo, las opciones de tratamiento son cada vez más eficaces. Dependiendo de la etapa de la enfermedad, la radiación o la quimioterapia por sí solas pueden ser suficientes para curar a los pacientes. A pesar del riesgo de efectos secundarios adversos, la detección temprana es el paso más importante para garantizar la mejor oportunidad de supervivencia. Una descripción general del cáncer de pulmón proporciona una comprensión básica de la enfermedad y los diferentes tratamientos disponibles. Los últimos métodos de tratamiento se enumeran a continuación.
El diagnóstico temprano es la clave para un tratamiento exitoso del cáncer de pulmón. El cáncer de pulmón inoperable se puede tratar con radioterapia o cirugía para destruir las células cancerosas. Sin embargo, los cánceres en etapa avanzada se pueden tratar con quimioterapia. Estos tratamientos se conocen como terapias dirigidas. El objetivo de estas terapias es atacar cambios específicos en las células cancerosas. Estas técnicas tienen el potencial de ralentizar o detener la propagación de la enfermedad. Además, los tratamientos ahora son más efectivos que nunca.
Después del diagnóstico, los pacientes pueden someterse a una descripción general del cáncer de pulmón para obtener más información sobre los diferentes tipos de tratamiento y las opciones disponibles para ellos. Hay tres etapas del cáncer de pulmón: inoperable y operable. El tratamiento quirúrgico depende del estadio de la enfermedad. La cirugía quirúrgica sólo es adecuada para la etapa más avanzada de la enfermedad. El cáncer inoperable se puede tratar con radioterapia o quimioterapia solas. El cáncer inoperable se puede tratar con ambos.
Durante una etapa temprana, la quimioterapia y la cirugía pueden eliminar las células cancerosas. Las etapas más avanzadas se pueden tratar con quimioterapia y radioterapia. Los dos tipos de tratamiento no son iguales, pero tienen beneficios similares. El cáncer de pulmón inoperable es el tipo más común de cáncer de pulmón y es el tipo más común de cáncer de pulmón. La principal diferencia entre los dos es la etapa de la enfermedad. El cáncer de pulmón inoperable se trata con cirugía.
Afortunadamente, el cáncer de pulmón se puede tratar con varias formas diferentes de tratamiento. La cirugía se puede realizar para la enfermedad en etapa temprana y la radioterapia puede destruir las células cancerosas. De manera similar, la quimioterapia se usa para el cáncer de pulmón en etapa avanzada. Cuando la enfermedad se ha propagado a los ganglios linfáticos, se trata con radiación y quimioterapia. El tratamiento combinado es una opción eficaz para pacientes por lo demás sanos. Incluso se puede combinar con cirugía. Cuando este es el caso, los pacientes pueden someterse a quimioterapia y radioterapia.
El tratamiento más efectivo para el cáncer de pulmón depende de la etapa de la enfermedad. Un diagnóstico más temprano mejora el pronóstico de la enfermedad. Los síntomas de la enfermedad a menudo están presentes en la etapa inicial. Además, el tratamiento depende del tipo de cáncer de pulmón. A menudo, la quimioterapia y la radiación pueden ayudar a controlar el crecimiento del cáncer. Si el cáncer está avanzado, se puede tratar con terapias dirigidas. Si bien la quimioterapia es el tratamiento más popular, solo es eficaz para unas pocas personas.
El cáncer de pulmón en etapa temprana generalmente se puede curar con cirugía. Si el cáncer se ha propagado a los ganglios linfáticos, se habrá propagado a otros órganos. Las radiografías y los síntomas se pueden tratar con quimioterapia y radiación. A medida que avanza la enfermedad, los médicos deben controlar al paciente con atención. Los procedimientos quirúrgicos son costosos y pueden ser necesarios en ciertos casos. No hay forma de predecir el resultado, pero la detección temprana puede ayudar a que el proceso sea más eficiente.